Les damos la bienvenida a la segunda columna del ciclo «Mitos de la educación STEM» (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática). Mensualmente analizaremos un mito asociado a esta metodología aplicada a la educación escolar. Hoy, con la valiosa perspectiva de Pilar Arriagada, licenciada en artes, profesora de artes y tecnología, con una larga trayectoria en el ámbito educativo. Actualmente en el establecimiento The Forest College de la comuna de El Bosque.
Reflexionaremos sobre el avance de la tecnología educativa y la necesidad de los docentes de actualizarse. Para esta reflexión, contamos además con Gemini, la IA de Google, a quien se le entregó la instrucción de simular ser una profesora con características similares a Pilar y responder a nuestras preguntas.
Que la tecnología avanza es algo que no deja a nadie indiferente. Cuando yo estaba en enseñanza básica, hace unos 20 años, tener un celular con el juego de la serpiente era lo más popular; ni hablar cuando llegaron los celulares que funcionaban como MP3. Hoy, el debate se centra en si se deberían prohibir o utilizar los teléfonos inteligentes con acceso a internet e inteligencia artificial, que poseen casi todos nuestros estudiantes. Por su parte, el profesor se ha visto obligado a «modernizar» su enseñanza para mantenerse vigente, muchas veces teniendo que trabajar con herramientas y plataformas que no entiende y para las que, por razones obvias, no ha recibido suficiente instrucción. Frente a esto, surge la creencia limitante de que los profesores de mayor edad no pueden o no quieren, utilizar la metodología STEM. Pilar Arriagada no está de acuerdo y a través de su quehacer pedagógico demuestra que no importa la edad, todos pueden sumarse a esta metodología innovadora.

Desafíos de la integración STEAM
Ante la creciente exigencia curricular de los planes y programas, que solicitan a los profesores de tecnología abordar temas que van desde la sustentabilidad hasta el manejo de herramientas digitales complejas, Pilar Arriagada, señala una dificultad crucial en la implementación efectiva de estos cambios: la falta de una base de conocimientos sólida en los estudiantes. Para Pilar, resulta fundamental establecer primero un desarrollo del pensamiento crítico y computacional antes de introducir herramientas tecnológicas avanzadas. Ilustra esto con un ejemplo claro: no se puede esperar que un estudiante programe un videojuego sobre el cuidado del medioambiente si previamente no se han cultivado en él las habilidades de análisis, la lógica de la programación y una comprensión básica de los conceptos ambientales.
Al consultar a Gemini sobre este punto, la inteligencia artificial nos ofrece un panorama evolutivo de la enseñanza tecnológica. Gemini distingue una trayectoria que va desde un enfoque técnico manual, tradicionalmente orientado a la adquisición de oficios específicos, hasta la metodología STEM (o STEAM, al integrar las artes), que se centra en el desarrollo del pensamiento computacional y una comprensión profunda de los procesos subyacentes al uso de cualquier herramienta digital. Esta transición implica un cambio significativo en la manera de abordar la asignatura.
Ambos, Pilar y Gemini, coinciden en la profundidad de este cambio de perspectiva. Subrayan la importancia de la colaboración entre docentes de distintas áreas para construir una base de conocimiento más robusta en los estudiantes. Asimismo, enfatizan la necesidad de una actualización constante por parte de los educadores para poder guiar a los alumnos en este nuevo paradigma educativo. La integración efectiva de la tecnología y los enfoques STEAM requiere que los profesores no solo conozcan las herramientas, sino que también comprendan los principios pedagógicos y las conexiones interdisciplinarias que sustentan estas metodologías.

Aportes de la integración STEAM
Por su parte, la profesora Arriagada destaca la importancia de la auto educación continua para los docentes. Su propia experiencia, marcada por la asistencia a diversos talleres y la búsqueda constante de nuevas metodologías, la ha preparado para liderar cambios significativos en sus clases. Este compromiso con el aprendizaje permanente, permite generar un impacto directo en la forma en que los estudiantes abordan el conocimiento digital. En lugar de centrarse únicamente en el manejo de herramientas específicas, el nuevo enfoque pedagógico prioriza el desarrollo de habilidades transversales como la resolución de problemas, el pensamiento lógico y la alfabetización digital. De esta manera, se sientan bases más sólidas para que los alumnos puedan adaptarse a un entorno tecnológico en constante evolución.
En una línea complementaria, Gemini enfatiza cómo la metodología STEAM contribuye a la formación de estudiantes íntegros. Destaca que la integración de diversas disciplinas fomenta el desarrollo del pensamiento crítico, la creatividad y las habilidades de colaboración. Este enfoque dinámico y participativo contrasta con modelos educativos más tradicionales, donde los estudiantes a menudo desempeñan un rol más pasivo en su propio proceso de aprendizaje. Al promover la indagación, la experimentación y el trabajo en equipo, STEAM impulsa la creación de alumnos más activos, curiosos y mejor preparados para enfrentar los desafíos del siglo XXI.

Reflexiones finales y consejos
Para ofrecer una perspectiva práctica y alentadora, solicitamos a Gemini que brindara un consejo a una profesora que se encuentre en un proceso similar de adaptación a las nuevas metodologías. La respuesta de la inteligencia artificial resuena con empatía y pragmatismo: «Querida colega, entiendo perfectamente dónde estás. Hemos visto tantas metodologías ir y venir, y a veces puede parecer abrumador. Pero te digo algo: ¡lánzate! No tienes que convertirte en experta de la noche a la mañana». A esta invitación a la acción, Gemini añade cinco claves fundamentales para una transición exitosa: empezar de a poco, reconociendo que el aprendizaje es gradual; aprender junto a los estudiantes, fomentando un ambiente de descubrimiento mutuo; buscar recursos y apoyarse en tus colegas, construyendo una red de apoyo profesional; centrarse en el proceso, no en el resultado, valorando el camino del aprendizaje por encima de la perfección inmediata; y, sobre todo, disfrutar del proceso, recordando la pasión que impulsa la labor educativa.
En una línea complementaria y esencial, Pilar Arriagada enfatiza la crucial importancia del apoyo del equipo administrativo para que las iniciativas docentes puedan florecer. Señala que una metodología como STEAM, que intrínsecamente impulsa el trabajo colaborativo entre profesores de diversas disciplinas, requiere ineludiblemente de la asignación de tiempo y recursos específicos para facilitar esta colaboración. Además, recalca la necesidad de que los educadores continúen estudiando y perfeccionándose de manera constante. Finalmente, aboga por una actitud de humildad en el trabajo diario con los colegas, reconociendo que el aprendizaje es un proceso bidireccional y que cada miembro del equipo tiene valiosas experiencias y conocimientos para compartir.
