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Les damos una cordial bienvenida a este ciclo de columnas: ‘Mitos de la Educación STEM’ (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática). Mensualmente, analizaremos un mito común asociado a esta metodología. Para iniciar la conversación, contactamos a educadores de diversos establecimientos, a quienes formulamos cuatro preguntas clave sobre desafíos, beneficios, proyectos relevantes y consejos. Posteriormente, pedimos a Gemini, la IA de Google, que simulara ser una profesora con características similares a nuestra entrevistada mensual, respondiendo a las mismas preguntas. Así, podremos explorar el diálogo que surge entre la experiencia docente y la perspectiva basada en los datos de Gemini.

En esta ocasión, abordaremos uno de los mitos más arraigados: “El arte y la tecnología no pueden converger”. Resulta curioso este prejuicio, especialmente considerando que, en los últimos años en Chile, la responsabilidad de impartir la asignatura de Tecnología ha recaído principalmente en docentes de artes visuales. Un ejemplo de ello es Nataly Ortiz, licenciada en artes, profesora de artes visuales y tecnología, quien actualmente se desempeña como Orientadora Vocacional de Educación Media en un colegio ubicado en el sector centro sur de Santiago.

Desafíos en la Integración STEAM

Al ser consultada sobre los principales desafíos al implementar esta metodología en el aula, Nataly subraya la relevancia del aprendizaje continuo y la carencia de recursos necesarios para la aplicación efectiva de las nuevas tecnologías, lo que dificulta que los estudiantes, especialmente aquellos en contextos vulnerables, puedan experimentar sus beneficios de manera tangible.

Por su parte, Gemini coincide en la necesidad de una actualización constante, dada la rápida evolución tecnológica. Subraya la importancia de que los docentes dispongan de espacios dentro de su jornada para el estudio y la familiarización con las nuevas tendencias, tiempo que, a menudo, resulta escaso o inexistente.

Gemini añade dos desafíos que considero importantes. En primer lugar, la percepción inicial de desconexión entre las artes y las ciencias, lo que puede generar desconfianza hacia esta alianza tanto en docentes como en estudiantes. En segundo lugar, el riesgo de implementar tecnologías de forma superficial, perdiendo de vista el objetivo de aprendizaje.

En conversaciones previas con Nataly, hemos reflexionado extensamente sobre este último punto. No se trata de enseñar tecnología por sí misma, sino de utilizarla como un medio para el desarrollo de habilidades profundas, como el pensamiento analítico y la creatividad, habilidades que, lejos de ser ajenas al arte, se entrelazan profundamente con él.

Aportes de la Fusión STEAM

Es relevante destacar que, para este análisis, ya hemos adoptado el enfoque STEAM, incorporando el arte como un componente esencial (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas). Junto a Nataly, exploramos diversos proyectos que ha liderado en su colegio, como la innovadora integración de luces LED en reproducciones de obras pictóricas famosas. Esta iniciativa permitió a los estudiantes aportar una nueva capa artística a creaciones clásicas.

Al consultar sobre los beneficios de este proyecto en sus estudiantes, la profesora Ortiz destacó la seguridad y la desenvoltura con la que presentaban temas de su interés. Subrayó cómo la tecnología puede abrir a los estudiantes nuevas perspectivas y experiencias que, de otra manera, serían inaccesibles. En este punto, me gustaría recordar nuestra columna del Día del Libro (Haz click para leer), donde presentamos Google Lit Trips, una herramienta que utiliza Google Earth para generar experiencias de lectura inmersivas.

La perspectiva de Gemini, como era de esperar, presenta un análisis muy similar al de nuestra colega. Considerando que Gemini ha sido entrenada con la información académica de Google Scholar, podemos inferir que el impacto positivo de la metodología STEAM en la confianza y la motivación de los estudiantes no se limita al aula de Nataly. Es una realidad compartida por numerosos educadores a nivel mundial que han encontrado en la unión de las artes y la tecnología un poderoso recurso pedagógico.

Reflexiones Finales y Consejos para la Integración Tecnológica

Para concluir nuestra conversación, solicitamos a Nataly y a Gemini que ofrecieran un consejo a aquellos docentes que buscan integrar la tecnología en sus clases. Gemini respondió con entusiasmo: “¡Sé curioso y diviértete explorando las posibilidades! La integración de STEAM puede abrir nuevas y emocionantes formas de enseñar y aprender”, y ofreció una lista de sugerencias prácticas, como ser flexible, avanzar gradualmente, enfocarse en el proceso más que en el producto y colaborar con otros colegas.

Nataly, con una visión orientada al futuro, nos invita a valorar los logros que podemos alcanzar con curiosidad y un deseo constante de aprender. Nos recuerda que la búsqueda de una educación innovadora nos enriquece como profesionales y como educadores.